El funcionamiento del corazón se
basa en dos tipos de movimientos coordinados, que tienen lugar en las aurículas
y en los ventrículos. Uno de
contracción, o sístole y otro de relajación, o diástole.
La secuencia de movimientos
alternantes de contracción y relajación del corazón, mediante los cuales este
recoge la sangre de las venas y la impulsa a las arterias, recibe el nombre de
ciclo cardíaco. Cada ciclo cardíaco consta de varios movimientos, que se
suceden regularmente:
- Diástole auricular. Las aurículas se dilatan, mientras las válvulas mitral y tricúspide permanecen cerradas. La sangre, procedente de las diversas partes del cuerpo, entra en el corazón. A la aurícula derecha entra por las venas cavas, y a la aurícula izquierda a través delas venas pulmonares.
- Sístole auricular. Las aurículas se contraen. Se abren las válvulas mitral y tricúspide, y pasa sangre a los ventrículos.
- Diástole ventricular. Los ventrículos se hinchan al recibir sangre de las aurículas. Las válvulas sigmoideas permanecen cerradas, impidiendo que la sangre de las arterias entre a los ventrículos.
- Sístole ventricular. Los ventrículos se contraen y las válvulas sigmoideas se abren. Las válvulas mitral y tricúspide permanecen cerradas impidiendo que la sangre regrese a las aurículas. La sangre es impulsada desde el ventrículo izquierdo hacia la arteria aorta y desde el ventrículo derecho a la arteria pulmonar. Cuando la sangre ha pasado a las arterias, las válvulas sigmoideas se cierran, lo que impide que esta regrese a los ventrículos.
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