El primero de estos sonidos es
grave y prolongado, corresponde al cuerre de las válvulas mitral y tricúspide. El
segundo sonido es claro y corto, corresponde al cierre de las válvulas
sigmoideas.
Cuando una válvula no se cierra
bien, la sangre puede retornar de nuevo al corazón o pasar de los ventrículos a
las aurículas, produciendo ruidos adicionales, conocidos como soplos.
Los médicos para auscultar a los
pacientes y escuchar los latidos del corazón, su respiración y otros sonidos
del cuerpo, utilizan un instrumento llamado estetoscopio o fonendoscopio.
El estetoscopio está constituido
por uno o dos tubos de goma que terminan en dos olivas que se adaptan al oído y
además dichos tubos enlazan con otro que contiene un diafragma (también llamado
membrana) y una campana los cuales amplifican los sonidos de auscultación.
Tiene una membrana y una campana.
Cualquiera de las dos partes puede colocarse en el paciente. Las dos detectan
las señales acústicas que viajan a través de los tubos llenos de aire y llegan
hasta los oídos del médico. La campana transmite los sonidos de baja frecuencia,
es ideal para escuchar los pulmones. La membrana, en cambio, detecta las altas
frecuencias y permite escuchar el corazón.
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