¿Qué son?
Las varices, también conocidas
como insuficiencia venosa periférica, son dilataciones de las venas que, por
diversas razones, no cumplen correctamente su función de llevar la sangre de
retorno al corazón y, por lo tanto, la sangre se acumula en ellas, y se dilatan
y vuelven tortuosas.
Causas.
Hay que tener en cuenta que, dada
la posición erguida del ser humano, la sangre de las piernas debe ascender,
venciendo la fuerza de la gravedad, lo que supone un esfuerzo añadido. Para
facilitar esta tarea, las venas tienen en su interior unas válvulas que impiden
que la sangre retroceda, y cuentan además con la colaboración de los músculos
de las piernas que, al contraerse, ayudan a empujar la sangre, estableciendo un
sentido único hacia el corazón.
Factores de riesgo.
Las siguientes situaciones pueden
ser factores de riesgo que predispongan a la aparición de varices:
La posición de pie, la herencia, la
predisposición constitucional, la edad, el sexo, la obesidad, el estreñimiento,
los anticonceptivos, el embarazo, la falta de ejercicio, el tipo de trabajo.
Además del perjuicio estético que
ocasionan, las varices pueden dar lugar a síntomas variables y que afectan de
manera distinta según las personas, por lo que no se debe pensar que la
ausencia de ciertos síntomas implica que no se tienen varices.
Entre los más significativos
según avanza la enfermedad, destacan:
Visualización de la red venosa de
las piernas, pesadez y cansancio en las piernas, dolor, calambres, hormigueos,
sensación de calor o picores y escozores, hinchazón o edema de los pies y
tobillos, cambios de coloración en la piel, varices o venas dilatadas y
retorcidas, aparición de úlceras.
Fuente y más información aquí.
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